Nueva edición del foro “Dejar de fumar”, de la Fundación Más que Ideas
Fundación MÁS QUE IDEAS celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid la cuarta edición del Foro “Dejar de fumar: Un reto de todos”, un espacio de encuentro y formación dirigido a personas que trabajan o trabajarán en el ámbito de la salud con interés en el tabaquismo. Esta iniciativa contó la colaboración de la Asociación Alfa-1 de España, de pacientes y familiares afectados por el Déficit Alfa-1 Antitripsina, representada por Gema de Quevedo; Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP); Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT); FF Paciente; Federación de Mujeres Jóvenes; Fundación Neumomadrid; NoFumadores.org; Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET); Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG); y, Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC); y con el apoyo de PFIZER.
Teresa Terrén, presidenta de Fundación MÁS QUE IDEAS destacó que esta cuarta edición se ha centrado “en torno a dos cuestiones actuales e importantes en el abordaje del tabaquismo: la problemática existente en España entre las mujeres y el tabaco, y el cómo hacer frente a las nuevas formas de consumo, entre otras, el cigarrillo electrónico y el binomio cannabis-tabaco”.
El tabaco en mujeres y niñas
“El consumo de tabaco en las mujeres no sigue la misma evolución descendente que entre los hombres. Aunque globalmente el consumo es menor que en los hombres (26% en hombres y 19% en mujeres), como ha sido siempre en las edades medias de la vida, el 25% de las mujeres entre 25-45 años fuman”, señaló Isabel Nerín, neumóloga, médica de familia y comunitaria, psicóloga y profesora de la Unidad de Tabaquismo de la Universidad de Zaragoza, y continuó indicando que los motivos de este consumo son varios “por un lado, el marketing destinado al grupo de las mujeres (por ejemplo, los cigarrillos Slim) y; por otro lado, que la percepción del riesgo que tienen las mujeres en relación con el cigarrillo suele ser baja”. A estas motivaciones, Nerín reseñó que debemos sumar “unas creencias erróneas que permanecen a lo largo del tiempo, como son el control del peso y la ansiedad, creencias que deben ser modificadas, ya que existen estrategias saludables para hacerles frente”.
En este sentido, incidió Mª Dolores Perea, técnica de la Unidad de Tabaquismo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, afirmando que entre los jóvenes de 14 a 18 años ya destaca el mayor consumo en chicas. Además, destacó que las consecuencias de este cambio de tendencia son múltiples, siendo las más evidentes “el aumento de las enfermedades y muertes atribuibles al tabaquismo en las mujeres. Así, las muertes por cáncer de pulmón, una enfermedad atribuible en un 90% o más al tabaco, se han duplicado en los últimos 20 años en las mujeres”.
Con estos datos, la Fundación MÁS QUE IDEAS inauguraba el primer coloquio de la jornada “Las mujeres y el tabaco: ¿por qué es un problema en España?”. Una mesa, moderada por Diego Villalón, cofundador de MÁS QUE IDEAS, que contó con la participación de Ana Mª Furió, médica de Atención Primaria, vicepresidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) y representante de Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC); Maje Girona, enfermera, doctora en antropología de la salud y responsable de proyectos en la Federación de Mujeres Jóvenes; Cristina Martínez, investigadora de la Unidad de Control de Tabaco del Institut Català d’Oncologia (ICO); Isabel Nerín, y, Mª Dolores Perea.
En el coloquio se destacó que la perspectiva de género no está incluida en las políticas de salud pública, en los estudios científicos relacionados con el tabaquismo y en la formación de profesionales sanitarios. La investigación epidemiológica en tabaquismo no ha tenido en cuenta las particularidades biológicas (sexo) y socioculturales (género) en la morbimortalidad diferencial asociada al consumo de tabaco, lo cual se traduce en políticas androcéntricas que no contemplan las realidades de hombres y mujeres en igualdad de oportunidades.
Para abordar esta problemática, una de las soluciones más destacadas que se propusieron es la de implementar políticas de salud pública para la prevención y control del tabaquismo que incorporen y consideren las diferencias que existen en función del género. En este sentido, desde la Unidad de Tabaquismo se reseñó que “estas políticas deben incorporar el enfoque de género para abordar estas diferencias que son injustas y evitables, así como el de equidad puesto que los datos también muestran una diferente distribución en función de la posición socioeconómica. Esto va en línea con la evidencia y las peticiones de la comunidad médico-científica y la sociedad civil. Además, así se recoge en los compromisos internacionales, destacando el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, y, a nivel nacional, en las Líneas de Actuación 2019-20 acordadas con las Comunidades Autónomas (en la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud)”.
Cannabis y cigarrillo electrónico
El segundo coloquio de la jornada que llevaba por título “Cigarrillo electrónico y cannabis: ¿cómo hacer frente a las nuevas formas de consumo?”, fue moderado por Teresa Terrén y contó con la participación de Cristina Gómez, consejera técnica responsable de la Unidad de Prevención y Control del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social; Manuel Isorna, doctor en psicología, técnico de prevención de drogodependencias y conductas adictivas en el Ayuntamiento de Catoira, profesor asociado en la Universidad de Vigo y miembro del grupo de trabajo de ÉVICT (Evidencia Cannabis Tabaco); Pedro Soriano, enfermero, profesor de la Universidad Europea de Madrid y creador del movimiento FFPaciente; Marisi Verdugo, neumóloga y representante de Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (NEUMOMADRID); y, Andrés Zamorano, médico de Atención Primaria, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) y representante de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG).
Gómez, consejera técnica responsable de la Unidad de Prevención y Control del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, indicó que “el 9,1% de la población declara haber consumido cannabis en el último mes (EDADES2017), siendo la droga ilegal más consumida por la población tanto adulta como juvenil. Según ESTUDES 2016/17, 3 de cada 10 estudiantes de 14 a 18 años (31,1%) la han consumido alguna vez en su vida, en su mayoría (82,4%) mezclado con tabaco”. Esta última cuestión fue reseñada por Zamorano, quien comentó que “existe una puerta giratoria cannabis-tabaco, dado que la forma más habitual del consumo de cannabis en España es a través de los ‘porros’”, concluyendo que es necesaria una nueva regulación para frenar esta tendencia y fomentar programas de prevención que eviten el inicio del consumo tanto del cannabis como del tabaco. En este sentido, indicó que el Grupo EVICT (EVIdencia Cannabis Tabaco), integrado en el CNPT, ya se encuentra trabajando en ello.
Por otro lado, respecto a las nuevas formas de consumo de tabaco, Zamorano afirmó que “los cigarrillos electrónicos son una vía de entrada a la nicotina, que contienen sustancias tóxicas y cancerígenas y que tampoco son útiles para dejar de fumar”. En este sentido, indicó que, según la última encuesta publicada ESTUDES (Estudiantes de Secundaria de 14 a 18 años), “el 20,1 % del alumnado ha consumido cigarrillos electrónicos en alguna ocasión. Un avance de la nueva ESTUDES (aún sin publicar), nos dice que el 50% del alumnado ha consumido cigarrillos electrónicos. Por tanto, tenemos que actuar haciendo pedagogía sobre la peligrosidad de estos cigarrillos e influyendo para que se equiparen a los cigarrillos clásicos en todos sus aspectos (publicidad, fiscalidad, etc.), tal y como el CNPT lo tiene recogido en su Declaración de Madrid”.
Desde la Unidad de Tabaquismo, se señala que “las entidades que trabajamos en el control del tabaquismo debemos actuar de forma coordinada y sinérgica, a través de alianzas y planes conjuntos de todos los actores implicados, dirigidos a:
- Equiparar la regulación de prohibición del consumo y de la publicidad, promoción y patrocinio de los productos relacionados con el tabaco (cigarrillos electrónicos y productos a base de hierbas para fumar), a la de productos del tabaco, reforzando las actividades de inspección y control para asegurar su cumplimiento.
- Limitar la comercialización y los puntos de venta de los cigarrillos electrónicos para controlar la venta a menores.
- Realizar campañas informativas y de concienciación de la población sobre los riesgos para la salud del consumo de productos de tabaco sin combustión y cigarrillos electrónicos”.