Expertos en hepatología y asociaciones de pacientes han presentado al Gobierno un Plan Nacional de Salud Hepática con el objetivo de combatir el creciente aumento de las enfermedades crónicas del hígado. Destacan la necesidad de una intervención más contundente para cambiar la percepción del riesgo asociado a ciertos estilos de vida, especialmente el consumo de alcohol. Con motivo del Día Mundial del Hígado, que se celebra por primera vez el próximo 19 de abril, la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) han lanzado una petición para instar a las administraciones a prestar mayor atención política a esta realidad, un comunicado al que se adhiere Alfa-1 España.

Las enfermedades hepáticas como la cirrosis están entre las principales complicaciones de salud que provoca el Déficit de Alfa-1 Antitripsina, y un estilo de vida sano es fundamental para la calidad de vida de los alfas. Tal y como apunta el documento de AEEH y FNETH, hasta ahora la atención de la administración sanitaria se ha centrado principalmente en las hepatitis víricas, pero se considera necesario ampliarla para abordar todas las patologías hepáticas. Se destaca la importancia de promover cambios en los estilos de vida para prevenir estas enfermedades, especialmente el consumo de alcohol desde edades tempranas y la progresión del hígado graso.

El alcohol es la principal causa de cirrosis hepática y trasplantes, representando hasta el 55% de los casos de cáncer de hígado. Además, preocupa la progresión del hígado graso, relacionado con la obesidad, diabetes tipo 2 y otros factores de riesgo como el consumo de bebidas alcohólicas, que crece entre los más jóvenes.

Prevención y visibilización

El Plan Nacional de Salud Hepática propuesto por AEEH y FNETH incide en la prevención y la detección temprana de problemas hepáticos. Aborda todas las enfermedades hepáticas, identificando objetivos clave en áreas como investigación, educación, salud pública y modelos asistenciales. Se hace hincapié en la importancia de la prevención y la concienciación social, así como en el diagnóstico temprano para revertir a tiempo el daño hepático. Invertir en prevención y visibilizar estas enfermedades es clave para mejorar los preocupantes índices.