Alfas en Camino 2023 muestra de nuevo la unión y la capacidad de esfuerzo de la comunidad ‘alfa’
Sesenta personas, pacientes con Déficit de Alfa-1 Antitripsina, familiares y cuidadores, vivieron en la semana final del mes de junio una experiencia inolvidable. La segunda edición de Alfas en Camino volvió a reunirlos en la Ruta Jacobea (esta vez entre León y Villafranca del Bierzo) para reclamar mayor visibilidad para los afectados por esta condición genética rara y, al tiempo, promover un estilo de vida saludable y afianzar los lazos dentro de la comunidad alfa española.
Si la Reunión Nacional celebrada en Alcalá el año pasado había sido un punto de inflexión después de años de aislamiento debido a la pandemia, Alfas en Camino ha supuesto una semana completa de convivencia en la que se ha demostrado, de nuevo, la tremenda unión existente entre los alfas. El reto era mayúsculo para algunos de ellos, en muchos casos oxigenodependientes e incluso con movilidad reducida. Si en 2018 se habían recorrido el Camino entre Sarria y Compostela, en esta ocasión las seis etapas cubrieron los 130 kilómetros entre la capital provincial, León, y Villafranca del Bierzo, conociendo lugares mágicos de la Ruta Jacobea como la Cruz de Ferro, la ciudad episcopal de Astorga y la templaria Ponferrada, con visitas a lugares emblemáticos como Castrillo de los Polvazares, donde los asistentes pudieron disfrutar de la afamada gastronomía berciana.
Alfa-1 España había previsto recorridos para tres grupos de peregrinos, en función de su condición física y de salud. Mientras que algunos recorrieron al completo las etapas, otros tuvieron la posibilidad de ayudarse mediante vehículos de apoyo en los tramos más complicados del recorrido. La organización proporcionó guías para recorrer las etapas, hidratación, comida y, por supuesto, puntos de recarga periódicos para aquellas personas que hicieron el Camino de Santiago portando su mochila de oxígeno suplementario.
El intenso calor que se vivió en León y El Bierzo durante esos días hizo todavía más épica la aventura de los alfas, que dieron por concluida la expedición el sábado 1 de julio con una visita a la Puerta del Perdón, en Villafranca, acompañados por el alcalde de la localidad, Anderson Batista, que tuvo la gentileza de abrir la iglesia de Santiago a los peregrinos y acompañarlos en una visita con guía turística incluida.
“Han sido unos días emocionantes, inolvidables”, calificaba el presidente de Alfa-1 España, Mariano Pastor. A su juicio, Alfas en Camino “demuestra una vez más las mejores cualidades de esta asociación y de este colectivo: su unión, su capacidad para apoyarse unos a otros y su fuerza de voluntad”. Para Pastor, la actividad “ha servido una vez más para dar a conocer la realidad de quienes padecen esta condición genética rara. Hemos logrado llegar a los medios de comunicación con esta acción y, a través de ellos, conseguido que la opinión pública sepa algo más de nosotros”.
AGRADECIMIENTO A LOS COLABORADORES
La Asociación Alfa-1 de España quiere agradecer a los patrocinadores y colaboradores su implicación en el proyecto. Por su elevada participación y su complejidad, Alfas en Camino no hubiese sido posible sin su apoyo. La implicación de las compañías Grifols, Linde, CSL Behring, Chiesi y GSK ha sido fundamental para la realización de la acción.
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