En recuerdo del doctor Ignacio Blanco, investigador pionero y médico excepcional

La comunidad alfa lamenta el fallecimiento, el pasado fin de semana, del doctor Ignacio Blanco, neumólogo e investigador pionero en el Déficit de Alfa-1 Antitripsina. Sus contribuciones al conocimiento y tratamiento de esta condición genética poco frecuente han sido fundamentales para el trabajo científico llevado a cabo en las últimas tres décadas, y toda una generación de neumólogos e investigadores españoles se ha formado y avanzado en la investigación del DAAT gracias a sus trabajos, su generosidad y su apoyo incondicional.
Ignacio Blanco (Grado, Asturias, 1944) se formó como médico en la Universidad de Valladolid en los años sesenta y se especializó en medicina interna. Muy pronto comenzó a trabajar en la investigación de patologías como la silicosis, muy prevalente en su Asturias natal debido a la importancia del sector industrial de la minería. Ejerció como neumólogo durante cuatro decenios en el Hospital General de Asturias y el Hospital Valle del Nalón, donde, a partir de los años ochenta, comenzó a interesarse por el Déficit de Alfa-1, entonces muy desconocido.
El Registro español de pacientes
Animado por el dr. Marc Miratvilles, Blanco formó parte en los noventa del grupo pionero de neumólogos que, auspiciados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, pusieron en marcha el Registro Español de Déficit de Alfa-1 Antitripsina, REDAAT, iniciativa de referencia para los investigadores que, entonces, comenzaban a interesarse en España por esta condición genética. Reconvertido en la Red Española del DAAT tras la creación del registro internacional EARCO, la REDAAT ha sido durante las últimas décadas el punto de unión e intercambio de información de los expertos españoles en Alfa-1 de todas las disciplinas. Ignacio Blanco, que actuó como asesor científico, siguió colaborando con el grupo tras su retiro como neumólogo hasta prácticamente la actualidad.
Autoridad internacional
Aunque su principal ocupación fue la clínica, la atención a los pacientes en el hospital, Blanco comprendió pronto que era fundamental combinar los conocimientos del día a día con la investigación para lograr un mejor conocimiento y avanzar en la cura para el DAAT. Sus estudios, iniciados en unos años en los que el Alfa-1 era muy poco conocido, le llevaron a contactar con otros expertos de todo el mundo en busca de respuestas.
Fruto de estos contactos nació su colaboración con el doctor Frederick de Serres, de la Universidad de Yale, con quien publicó, a principios de la década de los dos mil, un estudio sobre la prevalencia del DAAT y de sus alelos mutados S y Z que todavía hoy es referencia insoslayable para el conocimiento de la incidencia del Alfa-1. Banco colaboró también estrechamente con expertos internacionales como Sabina Janciauskiene en nuevos campos de conocimiento sobre la Alfa-1 e integró en sus investigaciones otras patologías que podrían estar relacionadas, como la fibromialgia.
A lo largo de su carrera publicó una ingente cantidad de trabajos en revistas científicas, así como editoriales sobre investigaciones de otros colegas, lo que lo convierte en uno de los autores más citados en el ámbito de la investigación sobre el DAAT. Entre sus contribuciones destacan sus trabajos epidemiológicos, todavía vigentes, y la monografía Blanco’s Overview of Alpha-1 Antitrypsin Deficiency (2017), que hasta la fecha, es el volumen más completo sobre la cuestión. Junto con la doctora Beatriz Lara, fue también coordinador del volumen se SEPAR Déficit de alfa-1 antitripsina: fisiopatología, enfermedades relacionadas, diagnóstico y tratamiento (2017).
Vocación por la medicina y apoyo incondicional
El inmenso trabajo científico no lo separó nunca de la interacción cara a cara con los pacientes. Siempre desde Asturias, Blanco se convirtió, en palabras del neumólogo y ex presidente de la Sociedad Española de Neumología, Carlos Jiménez-Ruiz, en “un ejemplo de vocación por la medicina, siempre pendiente de que sus pacientes obtuviesen la mejor asistencia para curar sus enfermedades y mejorar su calidad de vida”. Ignacio Blanco fue, según el dr. Robert A. Sandhaus, director clínico e la Alpha-1 Foundation, “un auténtico hombre del Renacimiento”.
Su labor como orientador y mecenas del conocimiento ha sido reconocida por la siguiente generación española de investigadores en DAAT. En palabras de la doctora María Torres, neumóloga del Hospital Álvaro Cunqueiro vigués y miembro de la REDAAT, “sus contribuciones se reconocerán todavía más en el futuro”. Por su parte, el dr. Francisco Dasí, del INCLIVA-Universidad de Valencia, destaca por su parte de Ignacio Blanco su “extraordinario interés en los pacientes” y una persona que, “siendo médico, ha sabido ver que la investigación básica tiene que ir de la mano de la investigación clínica, porque sólo de esta forma podremos hacer avanzar el conocimiento, los tratamientos y, por último, lograr una cura”.
Un apoyo para los pacientes
Más allá de su destacada labor investigadora y su impacto en el conocimiento del Alfa-1, el Dr. Ignacio Blanco sobresalió por su generosidad y su disposición a compartir abiertamente su conocimiento. Su entusiasmo por explorar nuevos campos de investigación en el DAAT lo llevó a ser pionero en numerosos proyectos.
Con una personalidad siempre abierta a la colaboración, Ignacio Blanco se convirtió en una figura clave para la asociación Alfa-1 España. Su disposición para atender consultas, resolver dudas y participar en los encuentros de pacientes lo consolidó como un referente indispensable dentro de la comunidad.
Prueba del cariño que la comunidad alfa le profesaba es el homenaje que impulsó la Asociación Alfa-1 España en 2021, un vídeo en el que colegas médicos, investigadores, pacientes, cuidadores y familiares explicaban su relación con Ignacio Blanco y su agradecimiento a una vida dedicada a la medicina y la investigación. El vídeo puede verse aquí en toda su extensión.
El Dr. Blanco no sólo deja una huella imborrable como científico, sino también como una persona cercana, comprometida y con un inconfundible sentido del humor. Su apoyo incondicional a los afectados refleja su calidad humana y su espíritu colaborativo, que serán siempre recordados con cariño y gratitud.

Algunos de los trabajos del dr. Blanco siguen siendo referencias para los investigadores de DAAT, como el «Blanco’s Overview», considerada la monografía más completa realizada hasta el momento. Además, sus investigaciones se extendieron a intentar esclarecer la relación del DAAT con otras patologías como la fibromialgia.

Ignacio Blanco (derecha) con Sten Eriksson (izquierda) y Sabina Janciauskiene, en Barcelona en abril de 2013, durante el desarrollo del 4º Congreso del Alfa-1 prromovido por la Alpha-1 Foundation, que conmemoraba el 50 aniversario del descubrimiento del Alfa-1 por Carl-Bertil Laurell y Sten Eriksson. La dra. Janciauskiene colaboró con Laurell y Eriksson en sus primeros pasos y mantendría después una estrecha relación profesional y de amistad con Ignacio Blanco.