Hace cincuenta años, los doctores suecos Carl-Bertil Laurell y  Sten Eriksson descubrieron en algunos de sus pacientes concentraciones de proteína alfa 1 inferiores a lo habitual. Eriksson asistirá este fin de semana al Congreso Internacional de Pacientes con Alfa 1 en Barcelona.
En una entrevista para la Alpha-1 Foundation, el científico narra cómo fue el proceso del descubrimiento.
Eriksson, , quien ahora ronda los ochenta años, quien ahora ronda los ochenta años, recuerda que Laurell lo telefoneó un día de 1962 para decirle “ven aquí, quiero mostrarte algo. Lo que me enseñó fue un montón tiras electroforésicas de papel en las que quería que buscase concentraciones de proteína alfa 1 menores de las normales. Estudié más de 1.500 tiras”, afirma. El estudio resultante, publicado en 1963, relacionó por primera vez el déficit de esta proteína con los problemas pulmonares, y dio su nombre al déficit de alfa 1 antitripsina.

“1963 fue el inicio de una era” en la investigación de las enfermedades pulmonares, asegura Eriksson en la entrevista. El doctor, leyenda viva de la ciencia, asegura sentirse “muy afortunado, muchos investigadores desearían recibir tanto reconocimiento como yo. He sido tratado con mucho cariño por grandes personas, y mantengo con ellos una deuda de gratitud”.