Organoides, una gran esperanza para la enfermedad hepática por DAAT

Investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han conseguido desarrollar en laboratorio hígados en miniatura, denominados organoides, con los que se podrá estudiar mejor la enfermedad hepática relacionada con el Déficit de Alfa-1 Antitripsina (DAAT). La investigadora principal del proyecto, Beatriz Martínez-Delgado, afirma que una de las posibles aplicaciones de este avance es “ensayar tratamientos diferentes y a largo plazo” sin las dificultades que sufrían hasta el momento.
“Acceder a muestras de hígado de pacientes es muy complicado”, recuerda Martínez-Delgado, “porque es un órgano que no tiene un acceso fácil. Por otro lado, en el laboratorio los cultivos de hepatocitos que se hacían hasta ahora no son muy viables: las células mueren pronto y no hay modelos hepáticos para estudiar a largo plazo”. Con estos organoides los investigadores contarán por fin con un cultivo tridimensional generado a partir de las células madre sacadas de una muestra de hígado, esta vez “muy viable y que permite investigar” comparándolo con muestras de hígados sanos.
Los organoides son estructuras celulares que pueden ser expandidas y que reúnen las principales características y funcionalidades del órgano, lo que permite una reproducción del modelo de enfermedad para estudiar mejor sus causas y consecuencias. Partiendo de biopsias de hígado extraídas de pacientes afectados por DAAT y con su mutación más grave, la ZZ, los autores del trabajo han comprobado que los organoides derivados reproducen de manera fiel las principales características moleculares de la patología.
Gracias a estos “mini órganos” se podrá investigar con mayor precisión el mecanismo de polimerización y retención de la proteína Alfa-1 en el hígado, causante de los graves problemas hepáticos de quienes sufren esta condición genética rara, tales como hepatitis crónica, cirrosis o carcinoma hepático. “Se podrán ensayar tratamientos diferentes que intenten que la proteína polimerice menos, remedios antioxidantes e incluso terapia génica, directamente, eliminando la causa última del DAAT”, apunta la investigadora. Su grupo de trabajo estudia ahora el proceso de degradación de las proteínas mutadas y los pasos a dar para editar los genes con tecnología CRISPR.
A la vista de este y otros avances surgidos en los últimos tiempos alrededor del Déficit, Beatriz Martínez-Delgado considera que la cura “no es inminente, pero está más cerca. Ya podemos corregir el gen en el laboratorio, pero luego no existe la posibilidad de devolver las células al paciente. Es decir, técnicamente las herramientas están ahí, pero hace falta desarrollar su aplicación”.
Noticia en la web del ISCIII: https://www.isciii.es/Noticias/Noticias/Paginas/Noticias/EstudioOrganoidesH%c3%adgadoIIER.aspx
Artículo completo en Hepatology International: https://link.springer.com/article/10.1007/s12072-019-10007-y
Foto: ISCIII